Ha terminado el culebrón Carlos Sainz. Williams anunció en la tarde del lunes 29 de julio la incorporación del madrileño a su alineación de pilotos de 2025, la que completa junto a Alexander Albon. Después de muchos meses (más de los imaginables) llenos de negociaciones, conversaciones e incertidumbre, Sainz ya tiene nuevo equipo.
Puede que el propio Carlos dejara un pequeño guiño a su futuro más cercano el domingo en Spa, cuando para despedirse de los periodistas aseguró que podía marcharse en paz de vacaciones porque él iba a hacer lo propio: “Yo me voy a ir muy tranquillo…”. Nadie se dio cuenta de que esa tranquilidad era tremendamente reveladora, pero así ha sido, con su próximo equipo cerrado tras semanas dando vueltas a numerosas ideas y posibilidades, además de aguantando a prensa y jefes de equipo que pretendían tenerlo en sus planes. Finalmente, el más cariñoso e insistente públicamente, James Vowles, es el que se ha llevado el gato al agua.
El mismo Vowles se ha encargado de revelar los entresijos de una operación que empezó incluso antes de lo que la gente piensa. Y es que la intrahistoria entre Sainz y Williams empieza incluso antes de que el español se quedara sin su asiento en Ferrari. Antes de destaparse el fichaje de Lewis Hamilton por la escudería italiana, concretamente en el Gran Premio de Abud Dhabi de 2023 (26 de noviembre), ya se había dado el primer acercamiento. Como si el inglés contara con una bola de cristal. “Llevamos a su familia por detrás para que pudieran subir y venir a mi despacho a charlar sin ser vista”. Fue “la primera vez” que conoció en persona a los Sainz, el día que comenzó a hacer rodar la bola de nieve.
La afinidad estableció las bases
El comienzo fue francamente bueno, ya que como reconoce a los medios oficiales de la F1, Vowles conectó rápidamente con el entorno del piloto y el propio Carlos Sainz. Sus valores son parecidos respecto a la “honestidad” con la que siempre han actuado las partes, así como “el rendimiento en pista sin política” que siempre ha reivindicado Sainz en Ferrari. Y eso, definitivamente, condenó desde un principio sin saberlo aún a que sus caminos se cruzaran en un mercado de pilotos tremendamente complicado para el español.
Esa honestidad ha prevalecido en todas las apariciones públicas de ambos. Y es que Carlos, a pesar de no dejar pistas evidentes de que su contrato con Williams ya estaba firmado en Spa, tampoco lo negaba. Un “llega un punto en el que no puedo deciros nada más” en la rueda de prensa del jueves y otro “podéis iros tranquilos” el domingo lo dejaban en el aire, pero ni confirmaban ni desmentían.
Lo que sí resulta curioso es algo deslizado el mismo jueves. Carlos dejó claro su deseo de conducir “un coche que pueda ganar el Mundial” y Williams, noveno equipo de los diez presentes en la parrilla con cuatro puntos cosechados, no parece ofertar eso a alturas de julio de 2024.
En este sentido, los británicos también han sido siempre muy sinceros con el piloto tanto en “las partes malas y las buenas”. “Le he dicho: ‘Esto es lo que somos, esto es en lo que estamos invirtiendo, esto es por lo que creo en ello, esto es lo que parece que va a ser en el futuro: ¿quieres formar parte de ello? En todo momento, y merece la pena que lo comprobéis con Carlos, ya que él te dirá lo mismo, todo lo que le he dicho es la verdad detrás de este proyecto. Ha sido coherente de principio a fin”.
No sólo de puertas para dentro, sino también para fuera. Vowles se ha pronunciado respecto a su evidente interés en numerosas ocasiones “con el corazón en la mano”, con la mera intención de que el mundo supiera que quería llevar a toda costa a Carlos Sainz a Grove. Aun con el riesgo de que la jugada terminara saliendo rana y, en el proceso, el autoestima de su todavía piloto Logan Sargeant caiga. Ahora, el estadounidense tiene difícil seguir en la parrilla tras dos temporadas decepcionantes en la Fórmula 1, a pesar de actuar de local en tres citas (Miami, Texas y Las Vegas).
No, no será ‘un año y a Audi’
A pesar de parecer sencillo con todos esos argumentos en la conversación, lo cierto es que no lo es. Williams no forma parte de la zona noble de la F1, como sí lo hacía antiguamente, y Sainz ha verbalizado su deseo de conducir para un equipo campeón. Quedándose a medio camino de poder sentarse en Mercedes o Red Bull, el resuena la afirmación de que es solo ‘un equipo de paso’ y que la sociedad no tiene futuro. “Un año y a Audi”, se escucha reiteradamente entre los gurús.
Las intenciones de la relación entre Carlos Sainz y Williams se aclaran con una frase repetida en varias ocasiones durante los últimos meses. “Si vienes por dinero o a corto plazo, no funcionará para ninguna de las partes”, le ha insistido Vowles a Carlos. Sin embargo, el madrileño ha acabado eligiendo a los ingleses por encima de Audi y Alpine.
Vowles se reafirma en que “lo que vio con nosotros no es dónde estamos hoy, sino hacia dónde vamos”. Es decir, que Carlos Sainz vislumbra la posibilidad de sacar de la mediocridad actual a un equipo que ganó su última carrera en España 2012 por medio de Pastor Maldonado y que pinta su leyenda con una brocha de siete títulos mundiales de pilotos y nueve de constructores.
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Publish date : 2024-08-01 00:13:45
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